Retazos de la historia de Alovera               

 

Vamos a acercarnos al pasado de nuestro municipio a través de sus documentos. No pretendemos exponer una historia tradicional, sino más bien un relato de retazos dehistoria, recuerdos, momentos del pasado reflejados en los testigos del tiempo, los documentos que custodia el Archivo y las piedras centenarias.

Comencemos por la “piedra” que desde un rincón del salón de Plenos es testigo mudo de los avatares y problemas que se discuten y plantean acerca de nuestro municipio, en las sesiones plenarias de todos los meses. Se trata de una cupa romana que apareció durante las obras de cimentación de la torre de la Iglesia de Alovera en 1999. La cupa es un monumento funerario del siglo I ó II d. JC, y contiene epigrafía romana según la cual parece ser que fue levantado por la liberta Antonia Melusa a su marido Pompeio Fusco de sesenta años, acaudalado romano que se enamoró de su esclava y la liberó para casarse con ella.

No es este el único vestigio romano, dentro de la Iglesia San Miguel Arcángel de Alovera, hay columnas que bien podrían provenir de alguna villa romana de la zona. Abramos ahora el arca de las tres llaves que es el cofre donde se guardaban los tesoros del pasado municipal que permiten recomponer la historia de nuestros antepasados.Este hermoso “cofre”, ya sólo está en nuestra memoria y en los documentos que hacen referencia a su existencia. Se trataba de un gran arca de madera oscura, con tres cerrojos, donde los regidores custodiaban la documentación más valiosa: Ejecutorias, cartas y órdenes reales del archivo de la Villa. Ninguno de ellos podía abrir el cofre sin la presencia de otros dos miembros del concejo. Cada mandato se entregaba la llave a los sucesores en el cargo y siempre se protegía con esmero, incluso durante la guerra de la Independencia cuando el Mayordomo (cargo municipal) aseguraba en su casa la preciada arca, casi “rota en pedazos” como dice el documento, debido a los avatares de la guerra.

El 30 de enero de 1626 se formaliza la venta del señorío, vasallaje y jurisdicción de la villa de Alovera a doña Lorenza de Sotomayor, primera marquesa de Villahermosa, para ella, hijos y descendientes, separándola de la jurisdicción de Guadalajara de la que dependía. La compra de Alovera se realiza por un precio de 2.557.500 maravedíes a razón de 15.000 maravedís. por cada uno de los 170 que entonces tenía la villa. Su dueña cambió su denominación por la de Villahermosa de Alovera, nombre que mantendría hasta avanzado el siglo XIX.

Anualmente le llegaba al marqués que ostentaba el señorío, a través de su administrador_2879745, 565 reales, 400 reales de vellón eran en concepto de señorío, la mitad pagado en dinero y la otra mitad en especie, 24 aves y media canal de tocino, los restantes 165 los pagaba la villa por la escribanía. Además el señor designaba los alcaldes del pueblo, los justicias y otros cargos municipales del Concejo de Alovera.

Volvamos a nuestra Villahermosa de Alovera y contemplemos el pergamino de nuestro libro de familias, en la que se recogen con cuidado y detalle el nombre y la edad de cada una de las personas que habitaban en ella. Da vértigo abrir las páginas del libro, magníficamente conservado y leer los apellidos de familias que continúan hoy en día en nuestro pueblo.

   Y ahora detengámonos a principios del siglo XIX cuando ha finalizado la Guerra de La Independencia en 1814, a punto está de regresar Fernando VII cuando     en el camino hacia Alcalá (hoy en la autovía a Madrid) encuentran en el término municipal de Villahermosa de Alovera, dos soldados del regimiento de la       Princesa, Bonifacio Blanco y Marcos Pérez, asesinados cuando marchaban a reunirse con su regimiento en Madrid, llevan sendos uniformes y una mochila   donde guardan sus pobres pertenencias, un peine, unas alpargatas viejas etc… los alcaldes mayores dentro de las competencias judiciales que en estos  momentos todavía mantenían, inician un expediente judicial para averiguar lo sucedido. Entre los oficios, autos, diligencias, declaraciones de testigos   etc…incorporan al expediente un curioso papel que aún conserva los pliegues de su doblez y el roce de haber sido guadado por uno de los soldados en su   chaleco. Se trata de un salvoconducto en el que les iban firmado en cada municipio por el que pasaban y les iban socorriendo con comida y hospedaje.

Podemos ver todavía el itinerario que recorrieron hasta su triste final: Albarracín , Hombrados, Setiles, Aguilar de Anguita,…Gajanejos etc

Es posible que también este expediente judicial junto con otros muchos documentos del Archivo, estuvieran dentro del arca de las tres llaves que hoy se ha  convertido en modernos armarios compactos que cierran y conservan como si de un cofre del tesoro se tratase, los retazos de nuestra historia para las generaciones venideras.

 

Fuente: Archivo Municipal de Alovera.